El Lenguaje Revolucionario de Trilce
Vallejo transformó el español de maneras que nunca imaginaste. En el aspecto semántico, mezcló arcaísmos ("aquesa membrana") con neologismos inventados por él ("dijitigrados", "ennavajar", "excrementido"). También incorporó peruanismos como "ajisecos", "sinamayera" y "cancha reventada".
Las alteraciones sintácticas son alucinantes. Cambió categorías gramaticales: sustantivos se volvieron adjetivos ("octubre habitación"), posesivos se convirtieron en nombres ("Oh míos australales"), y creó adverbios imposibles ("nadamente"). Todo esto para expresar emociones que el lenguaje tradicional no podía capturar.
Los experimentos ortográficos incluyen onomatopeyas salvajes ("Rumbbb... Trrraprrrrrrach... chaz"), palabras invertidas y efectos visuales impactantes. Incluso redoblaba consonantes para crear sonidos chirriantes ("pegando grittttos").
La irregularidad sintáctica alcanza niveles extremos en construcciones como "Ya ni he de violentarte a que me seas / de para nunca..." Estas aparentes "incorrecciones" transmiten estados emocionales imposibles de expresar con gramática tradicional.
¡Genial! Vallejo usó 41 peruanismos en Los heraldos negros, pero solo 18 en Trilce, mostrando cómo evolucionó hacia un lenguaje más universal.
A pesar de todas estas innovaciones radicales, Trilce mantiene un elemento fundamental de comunicación. Como dice Américo Ferrari, si las bases de la sintaxis volaran completamente, el libro resultaría ilegible.