Conciencia y Atención
Tu conciencia es ese proceso que te permite "darte cuenta" de todo lo que experimentas - desde lo que sientes internamente hasta lo que pasa a tu alrededor. La palabra viene del latín "con conocimiento", y tiene una relación súper estrecha con el lenguaje.
La conciencia tiene características increíbles: es integradora (junta toda la info visual y del entorno), subjetiva (totalmente personal e íntima), temporal (aunque sí se puede comunicar), mutable (cambia constantemente), intencional (puede enfocarse en el presente, futuro o pasado), y dinámica.
La atención es como el foco de tu conciencia - te permite seleccionar estímulos específicos del mundo que te rodea. Es direccional (se dirige hacia algo específico), selectiva (discrimina entre opciones), distribuible (puede enfocarse en varios estímulos a la vez), y tiene constancia (puede mantenerse por cierto tiempo).
Existen diferentes tipos de atención que usas todos los días: la selectiva (cuando te concentras ignorando distractores), la dividida (cuando multitareas), y la sostenida (cuando mantienes el foco por largos períodos). También puede ser voluntaria (con esfuerzo) o involuntaria (espontánea, refleja o habitual).
💡 Consejo práctico: Para mejorar tu concentración, practica la atención selectiva enfocándote en una sola tarea a la vez e ignorando conscientemente las distracciones.