El Legado Duradero: Chile Como Enemigo y Modelo
La guerra creó en Perú una relación contradictoria con Chile que persiste hasta hoy. Por un lado, Chile se convirtió en el enemigo histórico, el "agresor permanente". La indefinición del destino de Tacna y Arica durante 50 años mantuvo las heridas abiertas y alimentó el rencor.
Por otro lado, Chile también se volvió el modelo a seguir. Los peruanos comenzaron a admirar el desarrollo institucional chileno, su integración nacional exitosa y, en décadas recientes, su crecimiento económico. Esta dualidad convierte a Chile en "referente principal y rival principal" al mismo tiempo.
José Rodríguez Elizondo explica que Perú consolidó una "percepción de monocausa": todo el rencor se sintetiza en Chile. La guerra con Chile recibió el calificativo único de "guerra infausta", algo que no ocurrió con otros conflictos peruanos.
Lo paradójico es que Perú perdió más territorio con Brasil que con Chile, pero el trauma con Chile fue mucho mayor porque tocó el núcleo de la identidad nacional peruana.
Esta percepción se transmitió durante todo el siglo XX, creando una "historia oficial" que equilibraba la previa subestimación de Chile con el rencor por la guerra perdida.
Paradoja peruana: Chile es simultáneamente el enemigo histórico más odiado y el modelo de desarrollo más admirado por Perú.