Las Dinastías Flavia y Antonina
Tras la muerte de Nerón, la guerra civil del 68-69 d.C. devastó al Imperio hasta que Vespasiano restauró el orden. Fundador de la dinastía Flavia, democratizó el ejército reclutando legionarios de las provincias y completó la construcción del Coliseo.
Tito (79-81) inauguró el Anfiteatro Flaviano pero su reinado fue marcado por la erupción del Vesubio que destruyó Pompeya y Herculano. Domiciano (81-96) comenzó bien pero se volvió megalómano, persiguió a cristianos y filósofos hasta ser asesinado.
Nerva (96-98) estableció la adopción como sistema sucesorio, eligiendo al mejor candidato en lugar del hijo biológico. Esto inauguró la dinastía Antonina, la época dorada del Imperio.
Trajano (98-117), primer emperador nacido fuera de Italia (España), conquistó Dacia y llevó al Imperio a su máxima extensión territorial. Adriano (117-138) abandonó las conquistas para consolidar las fronteras, construyendo murallas defensivas.
Marco Aurelio (161-180), el "emperador filósofo", combinó sabiduría estoica con eficiencia militar. Defendió las fronteras germanas pero su sucesor Cómodo, irresponsable y corrupto, terminó asesinado, marcando el fin de la edad dorada.
Época dorada: Los emperadores adoptivos (Trajano, Adriano, Marco Aurelio) demostraron que elegir sucesores por mérito en lugar de herencia podía crear gobiernos extraordinarios. Fue la cumbre de la civilización clásica.