Formación y Crecimiento de los Huesos
Cuando eras bebé, no tenías huesos - tenías cartílago que lentamente se transformó en hueso mediante un proceso llamado osificación. Es como si tu cuerpo cambiara un esqueleto de plástico flexible por uno de metal resistente.
El proceso tiene dos pasos: primero, los osteoblastos crean la matriz orgánica (la base blanda), luego se depositan sales de calcio que la endurecen. Este proceso comienza en el centro del hueso y se extiende hacia los extremos.
Mientras creces, queda una zona de cartílago epifisario entre las partes del hueso que permite que se alargue. Cuando terminas de crecer (alrededor de los 20 años), este cartílago desaparece.
Los huesos crecen en grosor gracias al trabajo conjunto de osteoclastos y osteoblastos. Los osteoclastos agrandan la cavidad interna mientras los osteoblastos agregan hueso nuevo por fuera.
Después de los 35-40 años, empiezas a perder más hueso del que produces. Por eso es súper importante que hagas ejercicio y consumas calcio mientras eres joven.
¡Dato fascinante! Los bebés nacen con fontanelas (espacios blandos en el cráneo) que permiten que su cabeza se deforme durante el parto.