Entre la esperanza y la tragedia
La autenticidad de Arguedas nace de su experiencia personal: habla como los andinos porque vivió como uno de ellos, incluso desde su condición mestiza. Esta carga emocional intensa convierte cada texto en una experiencia compartida que trasciende lo literario.
Pero aquí surge la pregunta más difícil: ¿su suicidio representa una derrota? Algunos argumentan que su trágico final eclipsa su mensaje de esperanza, especialmente cuando el Perú sigue enfrentando los mismos problemas de racismo y exclusión que él describió.
Sin embargo, su muerte no debe entenderse como rendición sino como extrema sensibilidad ante la injusticia. El que dejara inconclusa El zorro de arriba y el zorro de abajo no fue escapatoria, sino invitación para que otros continuaran su trabajo.
Su legado permanece vivo porque nos enseñó que la voz indígena no solo merece ser escuchada, sino valorada. Arguedas nos confronta con la belleza conmovedora de un país que aún busca encontrarse plenamente a sí mismo.
Reflexiona: ¿No es en la ausencia cuando más se siente la falta? El silencio de Arguedas también habla, manteniendo viva una esperanza latente.