La revelación del tesoro
Tras superar la prueba, el Alquimista acompaña a Santiago hasta un monasterio copto donde le muestra la transmutación del plomo en oro. Le entrega parte del oro pero le recuerda que su verdadero tesoro está en otro lugar. Santiago continúa solo hasta las Pirámides, donde comienza a cavar guiado por sus intuiciones.
Mientras cava, es asaltado por unos refugiados de guerra que lo golpean y se burlan de sus sueños. Irónicamente, el líder de los asaltantes le revela que él también tuvo un sueño: vio un tesoro enterrado bajo un sicómoro en una iglesia abandonada en España. Sin saberlo, le está describiendo exactamente el lugar donde Santiago inició su viaje.
Santiago comprende la paradoja: el tesoro estaba donde comenzó su búsqueda, pero necesitaba emprender todo el viaje para descubrirlo. Este giro revela que a veces es necesario dar la vuelta al mundo para encontrar lo que estaba cerca, pero inaccesible sin el crecimiento interior.
En el epílogo, Santiago regresa a la iglesia en Andalucía, desentierra un cofre lleno de oro y joyas, y recuerda a todos quienes encontró en su camino. El viento le trae el aroma de Fátima, y sabe que volverá a ella habiendo completado su Leyenda Personal, transformado por el viaje y las lecciones aprendidas.
La historia de Santiago ilustra el concepto central del libro: "Cuando quieres algo, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirlo." Su viaje demuestra que el verdadero tesoro está en la transformación personal y el autoconocimiento adquirido durante la búsqueda.