El Dengue: Osmosis en Acción Clínica
El dengue es un ejemplo perfecto de cómo la bioquímica se aplica en medicina real. Esta enfermedad tiene tres fases bien definidas que debes conocer.
La fase febril viene con fiebre alta y viremia. La fase crítica es la más peligrosa: puede haber choque, hemorragias, deshidratación y daño de órganos. Finalmente, la fase de recuperación incluye reabsorción de líquidos y normalización de parámetros.
Las complicaciones son serias: deshidratación grave, problemas neurológicos, respiratorios, hepáticos y cardíacos. El dengue hemorrágico causa sangrados severos, y en embarazadas aumenta el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.
La prevención es clave: tapar recipientes con agua, eliminar basura acumulada, usar mosquiteros y aplicar repelentes. Todo esto se conecta con entender cómo el equilibrio hídrico afecta la salud.
¡Dato clave! El manejo del dengue depende completamente de entender el movimiento de agua y electrolitos en el cuerpo.