Complejidad y Evolución del Citoesqueleto
El citoesqueleto resulta ser mucho más complejo de lo que inicialmente se pensaba. En las bacterias existen proteínas Walter A, una familia diversa de ATPasas que forman estructuras filamentosas y no tienen equivalente en eucariotas.
Estas proteínas podrían estar relacionadas con las septinas, ya que polimerizan formando dímeros de manera dependiente de ATP. Aunque las bacterias no tienen proteínas motoras como las nuestras, se propone que el movimiento ocurre a través de proteínas AAA+, que usan ATP para producir cambios conformacionales.
Los análisis filogenéticos muestran que la tubulina y FtsZ divergieron tempranamente de un ancestro común, mientras que otras proteínas bacterianas evolucionaron por transferencia horizontal de genes. Esto significa que algunos genes "saltaron" entre especies diferentes.
El avance en el conocimiento del citoesqueleto bacteriano ha sido sorprendente, pero aún existen muchas estructuras filamentosas de las que no conocemos las proteínas que las forman ni los mecanismos que regulan su ensamblaje.
💡 Dato clave: La presencia del citoesqueleto en bacterias resalta su importancia fundamental en la vida y su relación con diversas enfermedades.